viernes, 11 de abril de 2014

The Gardener's Cottage (1 Royal Terrace Gardens, Edimburgo-Escocia)

Mesas corridas y cenas con desconocidos. Productos locales y cocina creativa. Un gran restaurante en la linea de los comedores que apuestan por lo orgánico. El local es pequeño y acogedor y la música sale de un tocadiscos analógico. Blues, jazz. La comida apuesta por el "slow food" y siempre lleva verduras acompañando los platos principales. El menú es fijo, con una degustación a mayor gloria del chef. Tomamos crema de verduras con frutos secos, un rico ravioli con salsa de cangrejo, una carne asada con verduras, queso y un postre que no sabría definir, con helado y arenas de galleta y chocolate. Rico y con precio cerrado: 30 libras.












Timberyard (10 Lady Lawson Street, Edimburgo, Escocia)

Recomendación de D. Francisco Forjas y acierto, sin duda.El local tiene una pinta informal muy agradable y una cocina muy seria. El formato del menú tiene cuatro capítulos, aperitivo, entrante, plato principal y postres, y lo suyo es pedir uno de cada, porque las raciones no son muy grandes. De aperitivo un pichón suave, acompañado de crujientes y algunos brotes. Luego probé el huevo de pato a baja temperatura con una falsa clara hecha con una salsa muy sabrosa. De principal, la carne, un lomo de ternera delicioso con verduritas asadas- Para acompañar un Baron de Badassiere (blanco, francés) a un precio razonable. El servicio también muy bueno, la chica que nos atendió era un encanto. De postre -que no se me olvide- una excelente tabla de quesos ¡¡¡









El Estudio de Ana (Carril de los Canos 104, Puente Tocinos, Murcia)

Fuimos por una recomendación de Antonio Jesus Gras, que regentaba Trapería 30, uno de nuestros restaurantes preferidos en Murcia. El entorno está muy bien y además con una especie de jardín cerca de nuestra mesa que nos permitió poder fumar y hacer un alto en el extenso menú de 15 platos que degustamos. Al principio tal vez nos costó un poco entrar, con unos snacks y entrantes ricos pero tampoco muy sorprendentes o especialmente sabrosos. Sin embargo todo mejoró mucho con los platos principales. Muy bien la vieira con la manita de cerdo, el arroz, el queso o la hamburguesa de angus. De los postres, algo soso el de la manzana en texturas, pero muy buena la tarta "new chocolate opera", con una presentación estupenda. La atención muy buena, con varios platos presentados y montados en persona por el cocinero (Freddy Salmerón). Muy buen servicio de vinos. Nos gustó el entorno y no nos pareció caro para el nivel. Por hacer alguna sugerencia tal vez no estaría mal aprovechar un poco mas las raíces venezolanas del chef para experimentar con una especie de fusión murciano-latinoamericana.