martes, 30 de junio de 2009

Paris bien vale unas cenas







Algunas imágenes de la capital francesa y moi con reseña de algunos restaurantes visitados.....
MOOD
==========
Inspiración asiática en la decoración, aunque la cocina no sea exactamente oriental- Mood está junto a los campos elíseos, aunque también tiene una entrada por la calle Washington. Además de restaurante tiene Lounge para tomar una copa- Nuestra mesa tenía vistas a “la avenida más bonita del mundo”, según los franceses....El restaurante es cómodo y muy bonito. El servicio estuvo atento, aunque la verdad es que no había mucha gente, con lo que no tenían mucho trabajo. Pedimos el menú con entrante, plato y postre y -además de los aperitivos- un vino rosado....clarete casi, que bien fresco entró perfecto: Château Minuty Côtes de Provence Cuvée de l'Oratoire. De entrantes las gambas con vegetales y la crema del día, sabrosa y dulce. Luego la pechuga de pollo con salsa de foie y patatas gratinadas en forma de tortilla y el salmón laqueado con sirope y crema vichyssoise. El tiramisú de banana y el fondant de chocolate con helado de vainilla fueron los postres. También pedimos agua San Pellegrino, cerveza 1664 y algún refresco, con lo que salir a 54 euros cabeza no nos pareció caro (estando en el corazón de París). Wifi gratutio. No se fuma.

SPOON
======
El Chef Alain Ducasse, cocinero y hombre de negocios, otro triestrellado, se apunta también a las experiencias bistronómicas con Spoon, en el hotel Marignan. Ambiente cool y gente guapa y elegante. Los de la mesa de al lado pagaron con un billete de 500 euros y dejaron 20 de propina. Ducasse, por cierto, tiene en total 14 estrellitas de la marca de neumáticos....que se dice pronto. Tiene escuela de cocina y lleva los restaurantes de la Torre Eiffel. En el restaurante del Plaza Athénée te cobran 360 euros por el menú degustación sin despeinarse. Lo puedes acompañar de un champancete de 2.300 euros. Como mi economía no soporta esos envites me quedé en Spoon (en el triángulo de oro, cerca de los campos elíseos), para por lo menos probar su estilo de cocina. Pedimos el menú “experience” con el maridaje de vinos. Nos atendió una chica muy parecida a la Amélie Poulaine de la película (Audrey Tautou), nos contó que tenía abuelos españoles y nos propuso un juego de paladar y olfato con los vinos. Nos traía los caldos y no nos decía que eran hasta que habíamos terminado. No dimos ni una. Probamos vinos de chile, nueva zelanda (de la zona sur), marruecos (2005 Alain Graillot Syrah Tandem Domaine Ouled Thaleb)...espectacular.....y un Carole Bouquet de postre.
De aperitivo tomamos una crema griega y un gazpacho muy especiado con fondo de queso gorgonzola. En los platos, brillaba el atún blanco del índico con salsa satay y legumbres. También las costillas de cerdo con salsa Tandoori y patatas Maxim´s. El salmonete con nem picante venía con varias salsas para acompañar al gusto (citronella, anís, barbacoa de pescado). También daban esa opción, con diferentes salsas, para el cordero lechal a la plancha (barbacoa de carne, cebollas, aceitunas). A los postres probamos su “pastel preferido” al queso blanco....una especie de cheese cake finísima y con un ligero regusto a natillas. También la copa de helado y cremas en vaso de cubata, con cítricos y trocitos de gelatina. Con los cafés, tomamos unas galletitas de chocolate blanco y negro. Nos tocó una mesa junto a la cristalera, con lo que pudimos ver como llovía esa noche en París. Para fumar hay que salir a la calle...a la puerta, en donde siempre hay mucha gente dándole al pitillo junto a una doble fila de cochazos. La cocina está a la vista y puedes comprar vinos de la carta.

GAYA
=====

Indispensable. Enclavado en la exclusiva Rue du Bac, el Gaya Rive Gauche de Pierre Gagnaire sorprende por su proporciones. Es un pequeño bistró muy bien decorado (Christian Ghion) , cálido y moderno, con la cocina a la vista y una pequeña barra. En la calle apenas dos mesitas, aunque tambien tiene una saloncito arriba. Es la versión cool de Gagnaire, ya que si quieres un “completo” te tienes que ir a la Rue Balzac y soltar una pastaza de vértigo. Este triestrellado tiene locales ya en Hong Kong, Londres, Tokio o Dubai. En esta experiencia “bistronomique”, el cocinero propone solo platos de pescado y marisco. La verdad es que la cena resultó una fiesta de sabores y texturas. De aperitivos trajeron tostaditas y una mantequilla con sabor a mar y unos panecillos negros con textura de oreo para mojar en el aceite de oliva, aderezados con sal maldón. Tambien unas pequeñas piezas, creo, de algo parecido a boquerones en vinagre enrrollados. Pedimos que nos hicieran un menú a su gusto y nos trajeron por ejemplo la crema de guisantes a la menta con corazón de bacalao fresco escalfado al aceite de oliva, hinojo y crema de queso de oveja. Otro primero fue el salmonete de roca sobre una tortita de trigo sarraceno y alioli de coliflores. En los platos principales, sorprende la lubina salvaje asada con muselina de setas de París, aceite de oliva crecido y miel con fruta de la pasión. Perfecta la barbada al laurel, ñoquis de lentejas verdes de Puy y sopa de alcachofa al curry verde. El vino fue un Le Rocher des Violettes Montlouis-Sur-Loire Cuvée la Negrette de 2006 y los postres una Garriguette, una panacota enarenada con sorbete rojo y fresas. Con los cafés nos trajeron unas láminas de chocolate y otros petit fours muy originales, como tartaletas enanas y gominolas de sabores. Al salir no hay que dejar de meter la mano en un bol en el que hay unos caramelos de la casa que son el pecado perfecto para cualquier diabético¡¡¡¡.

LES BAINS DOUCHES
=================
Antiguos baños turcos transformados en "Superclub". Por allí pincha por ejemplo Bob Sinclar o el creador de las fiestas "Fuck me I´m Famous" de Ibiza, es decir el tambien francés David Guetta. En este mítico local (por donde recalaba Warhol) grabó además un disco en directo el grupo Joy Division, en el 79. Aparece por aquí mucho famoseo y se cuenta que no dejaron entrar hace tiempo a un famoso diseñador británico porque no estaba vestido lo suficientemente moderno. Tonterías aparte, tienen un restaurante muy chulo con un diseño a lo Philippe Starck años 70. Como en la capital gala lo "Japo" y el pescado es "tendance", el restaurante se apunta a ello. Las camareras parecen salir de un video de Robert Palmer, más modelos que trabajadoras de la hostelería, aunque son muy simpáticas y nos atendieron muy bien. Nos agasajaron con unas copas de Chablis 2006 fresquitas que maridaron de perlas con el menú japonés. Sushis fresquísimos. El Sashimi espectacular, con una especie de fondo de caldo de ternera....o eso parecía. La dorada al vapor, genial, lo mismo que el tataki de atún o las tempuras, muy finas. La sopa miso, con un sabor muy intenso. Para nuestra desgracia (empedernidos que somos) no se podía fumar, como en casi todos los restaurantes de Paris, pero se podía salir a una especie de patio interior en obras en el que habían puesto unas mesitas con sillas de diseño. Hubo un momento de la noche en que daba gusto salir a fumar...por el ambiente que se había creado en ese habitáculo, con unos focos colgantes sobre las paredes rotas y grupos de gente muy "cool" mezclados con los guardacoches. Los postres tal vez fuera lo más flojo, unos helados....aunque había uno de té verde muy interesante. Tambien tomamos cerveza japonesa, Asahi, y unos cafés frappes con whiski. Una de las camareras nos propuso después una ruta de "clubbing"....pero el cuerpo no daba para más.

LÁtelier Renault
==============

¿Se puede comer bien en un concesionario?...la respuesta en Paris es SI. Es una opción original en plenos Campos Eliseos. Las mesas están colgadas de plataformas sobre los coches en exposición. Es L´Atelier de Renault. Pedimos unas cervezas y luego el Château La Gorce 2006 a un precio razonable (25 euros). De primeros unos tomates cherrys con bolitas de queso de mozarella sobre gazpacho, muy refrescante, y el tartar de salmon con trocitos de lechuga crujiente (jugoso y fresco). De platos principales el pato a la parrilla con vegetales (sabor intenso) y una pasta artesana salteada al wok con alcachofas y pimientos....bien aliñada con queso rallado. Los postres estuvieron bien, la tarta de queso con helado de frambuesas y -sobre todo- el gofre de la casa....con diferentes cremas para añadir. La comida muy bien...y de tanto mirar los cohes me enamoré del Zoé.....

2 comentarios:

  1. Buen provecho, ahora solo falta que aprendas a comer llevandote la maquinita para contarnoslo antes y no tenerlos a pan y agua tantos dias. Me falta -si todavia existe- La Coupolle y verte comiendo por Washington.

    ResponderEliminar
  2. Joerrrr, ¿porque mi insistencia en fisgar el blog con el estómago vacío? ¡¡¡Que manera de contarlo!!! ¿no has pensado dedicarte a la crítica culinaria? ¡Ah, será por no dar al traste con tu estilizada figura!

    ResponderEliminar