miércoles, 28 de abril de 2010

De nuevo....La Salita


Mis visitas a Valencia, en lo gastronómico, se han visto últimamente limitadas por culpa de La Salita. Antes aprovechaba la ocasión para ir variando y repartía mas las experiencias, pero ahora me falta tiempo....Si el domingo quiero "arrocear" en la playa, tan sólo me queda el sábado. Siempre pienso que no lo volveré a hacer, que ya he ido muchas veces, pero al final me viene a la memoria la archiconocida frase de Wilde. "la mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella"....y vuelvo de nuevo a este restaurante en el que me siento en casa. En esta ocasión -y más allá de la paellita dominguera- la oferta culinaria del fin de semana era ésta, La Salita, y una cena remate en La Sucursal. Nada mas llegar al restaurante, sábado a mediodía, me llamó la atención que había bastante público. Tras las cervezas de rigor el menú degustación en el que de nuevo me sumergí sin prisas y dejándome llevar. Una delicia para el paladar. De todo lo probado, me llamó poderosamente la atención un plato: los raviolis de rabo de toro con mosaico de champiñones,mousse de setas y puré dulce de calabaza. Además de que entraba por los ojos, el sabor de los raviolis se imponía con rotundidad y maridaba perfectamente con el vino que nos recomendaron, un Almirez perfectamente filtrado y decantado.....Toro con toro. Se repitieron algunos clásicos, como el chip de sardina, de nuevo genial, o el gin tonic granizado para pasar a los platos principales. Antes también estuvo presente el foie a la antigua, con crema de espárragos y ahumado, en una presentación muy llamativa. Destacar también la crema de acelgas con navajas y bombones crujientes de papada ibérica y el atún con brunoise de pisto sobre salsa marmitako, para el que nos ofrecieron unas copas de Pinot Grigio. El magret de pato con polenta de hierbas, puré de raíz de apio, caviar de frutos rojos y crujiente de queso ahumado puso el punto y final a la parte salada. A pesar del gozo burgués, el detalle de la polenta me recordó lejanamente a la película "Novecento", que es sin duda algo poco propio cuando te estás pegando una comilona así. A los postres, llegó la bandeja variada que tanto me gusta de este local...en esta ocasión con la creme brulee de café con helado de Pedro Jiménez....el couland de chocolate con corazón de banana y helado de vainilla y la mousse de fruta de la pasión ,con fresas, gelé de mojito y caviar de menta. El vino para los postres, Monbazillac. Y así, tras los cafés y una buena sobremesa, sólo quedaba la opción de la siesta, obligada después de estos placeres pantagruélicos. En las redes sociales, los comentarios de los amigos: "Valencia? has estado otra vez en La Salita?....¡que envidia¡ ".....Llevaba razón Wilde.....

No hay comentarios:

Publicar un comentario